El geocientífico y músico Hirota Nagai ha convertido los datos recogidos por satélite en el Ártico y el Antártico en una composición inquietante. Urgencia, intensidad, incertidumbre… Son algunas de las palabras que vienen a la cabeza cuando uno piensa en el cambio climático y sus dramáticas consecuencias para el ser humano. Y son sentimientos que, también, puede transmitir la música de una manera muy precisa. Así pues, ¿sería posible unir ambas cosas, música y lucha contra el cambio climático? Algo parecido debió pasar por la cabeza de Hirota Nagai, un japonés que trabaja en la Universidad nipona de Rissho, y cuyo día a día se mueve precisamente en ambas disciplinas: el arte y la ciencia. Nagai es geocientífico y músico, por lo que tuvo la idea de juntar el poder de ambas para tratar de concienciar sobre esta materia. ¿Y eso cómo se hace? A través de un proceso al que el propio Nagai ha bautizado como ‘musificación’, mediante el cual se introducen una serie de datos en un programa informático y se modifican parámetros como el tono o la dinámica para crear una melodía.
El resultado es una pieza de seis minutos de duración, a la que ha bautizado como ‘No. 1, Polar Energy Budget’, y cuya interpretación ha recaído en el cuarteto de cuerda PRT de Japón, formado por dos violines, una viola y un violonchelo. La obra se interpretó en directo por primera vez en la Universidad Waseda de Tokio, en un vídeo que se puede ver en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=Tulsx2wt3qU&t=16s
Para la composición, Nagai utilizó datos obtenidos por satélite en el Ártico y el Antártico entre 1982 y 2022 en cuatro puntos diferentes: Groenlandia, el archipiélago de Svalbard (Noruega) y dos estaciones de investigación antárticas. A continuación, tradujo en notas musicales datos sobre radiación solar e infrarroja de la atmósfera, temperatura de la superficie, espesor de las nubes y precipitaciones. Todos los resultados de sus investigaciones se acaban de publicar en la revista iScience.